TÍTULO DESCATALOGADO
Este libro es un viaje del yo interior hacia el infinito universo, para tratar de encontrar el origen de los opuestos complementarios. José Ulvio Velasco Borja comparte con el lector su perspectiva; toda realidad está compuesta de un aspecto y su contrario, no existe día sin noche, frío sin calor, luz sin oscuridad, masculino sin femenino. Analizando la polaridad masculino-femenino, esa puede conformarse a cualquier ser humano y considerarse como una oposición en un continuum porque los dos conceptos se interconectan, forman parte de una misma realidad: el masculino y el femenino se miran, se aman. Son dos o son uno. El autor también toma en consideración otros aspectos, examinándolos desde el mismo tema del opuesto; cómo entender el amar y el amor, cómo forjar la superación personal y espiritual entre pareja mediante la fidelidad y el placer imitando a Epicuro, los opuestos perennes, (…), fenómeno que abarca desde la amistad hasta la intimidad sexual. Su posición subjetiva se aleja por completo de cualquier lógica científica y, aunque se acerque a la anatomía y fisiología para tratar ese tema, el mundo de la imaginación y de los sentimientos contribuyen a establecer el fondo de esta personal aportación al análisis de la relación entre masculino y femenino.
José Ulvio Velasco Borja nació un 8 de noviembre del año 1963 en la ciudad de Guaranda, llamada la ciudad de las siete colinas. De muy chico, migró a la ciudad de Guayaquil donde vive hasta la actualidad. Siempre entusiasmado con la lectura y como hijo último de una camada de seis hermanos, en su casa existía una continua provisión de libros que agotó, aproximadamente, a los ocho años. Por suerte, unas inundaciones en un invierno copioso provocaron que un vecino provisto de muchas colecciones de libros hiciera de su casa su refugio. Este fue para él un invierno digno de ser recordado: aventura fluvial y gozo literario. Tras graduarse como médico en la Universidad de Guayaquil, decidió encausarse por la disciplina que ahonda en la búsqueda del origen de las enfermedades: patología. Al momento ejerce la práctica de médico forense. Robándole tiempo al tiempo, ha podido escribir Masculino y femenino como una inquietante expresión en vista de la decadencia de la grandeza del ser femenino. Su intención es que los hombres aprendan a sucumbir ante esa mirada que arrebata, para que sientan que nos complementamos, que la voz de ella es como un barquito de papel, que navega entre los pliegues de sus dedos, siempre presto a sus deseos.
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