Esa sensación de que falta algo, algo que no tiene nombre, pero que su carencia nos hace sentir frustrados, tener frío, ver todo negro. ¿Por qué ocultamos esta sensación?
¿Por qué queremos estar siempre contentos, que todo vaya bien? ¿Acaso sabrían identificar la felicidad si no hubiésemos experimentado el dolor primero?
La oscuridad también es bonita, necesaria para poder apreciar y disfrutar cuando nos llega la luz, entonces, ¿por qué no hablar de ella?
Este libro muestra, desde un punto de vista personal, cómo se experimentan estos sentimientos que todos tenemos alguna vez en la vida, qué situaciones los motivan, las sensaciones que transmiten… No todos son negativos, las emociones positivas también aparecen entre estas páginas. Sin embargo, la oscuridad siempre acaba siendo más recurrente; puede que sea porque las emociones positivas suelen visitarnos menos, aunque yo soy más de la idea de que, cuando llegan, ni siquiera las apreciamos, porque damos por hecho que siempre tienen que estar ahí.
Daniel –
Un libro con una muy buena poesía, una gran ayuda para desarrollar la inteligencia emocional y aprender a identificar esos sentimientos que tanto tapamos inconscientemente en nuestros días. Mis dieces