¿PARA QUÉ? – Magnolia Magdaleno Yepes

Después de una infancia difícil, Lía encontró que casarse podía ser la vía de escape a una nueva vida, libre del maltrato de su madre y de su padrastro. Lo que no se esperaba era cambiar el maltrato de su familia, por el desprecio e indiferencia de su marido. Pero eso no fue un impedimento para Lía quien, con coraje, determinación y mucha constancia, se las ingenió para encontrar formas de progresar.
A los veintinueve años, con tres hijos increíbles y un matrimonio en la ruina, un diagnóstico le da un vuelco a su vida: Lía había comenzado a sufrir una enfermedad degenerativa.
Convencida de que quería convertirse en una escritora, Magnolia Magdaleno escribe en ¿Para qué? un relato sobre su vida, sus experiencias y sus vivencias, porque, aparte de ser una forma de terapia, cree que le será de ayuda a muchas mujeres: «La vida no se acaba cuando te casas joven —o no tan joven— con un machista que te mantiene. Por eso yo di el paso y quiero demostrarles a muchas mujeres que se puede, que hay que ser valientes y dar el paso». Según la autora: «Debemos aprender de lo que la vida nos presenta, ya sean personas o situaciones que no entendemos o no tienen explicación y, en vez de preguntarnos por qué, preguntarnos para qué».

Magnolia Magdaleno Yepes nació en Madrid un 2 de enero de 1973. Vivió una infancia marcada por la ausencia de su padre y los maltratos psicológicos de su madre y su padrastro, pero lejos de amedrentarla, esto la hizo ganar fuerza y coraje para enfrentar la vida. Es cabezota, sensible y con baja autoestima, siempre soñó con escribir un libro y salir en televisión. La segunda de ocho hermanos, Magnolia dejó temprano el colegio para salir a trabajar y se casó joven con la esperanza de salir de una vida en la que no veía ningún futuro, pero se encontró con una realidad aún peor. Tiene tres hijos, que son la luz de sus ojos, y unas ganas infinitas de formarse y crecer que la llevaron a terminar el colegio y la secundaria siendo mayor. Trabajó de cajera, limpiadora, comercial, teleoperadora, celador, vigilante de seguridad, telefonista entre otros. Encontró muchas dificultades laborales, de salud y personales en el camino, pero siguió siempre adelante por sus ganas de progresar y ser una mujer independiente.
Se siente bien ayudando a los demás, es amante de los animales —en especial de los gatos, a los que adora—, humilde, generosa, apasionada y sincera. Le gusta mucho caminar, bailar y cuidar su mente y cuerpo.