“Maestro Moussa, con 20 años de experiencia, arregla casos desesperados…”. Con esta prometedora frase, Kivy-Yang o, simplemente, Pili nos sumerge en las llamas iniciales de su candoroso infierno. A partir de un aparente anuncio de benevolencia, su tranquila vida cotidiana se convierte en una agitada pesadilla una tarde de marzo de 2016.
La autora, con maestría, dureza, ironía e ingenio, nos transforma en los fieles testigos de una historia real caracterizada por el afecto, el engaño, el dolor, el coraje y el aprendizaje. Kivy-Yang no solo nos relata el difícil camino recorrido tras su acercamiento a un vidente en busca de protección para su hijo, sino que nos revela sus métodos personales de justicia frente a la burocracia legal imperante y al temor paralizante de los demás damnificados.
En otras palabras, a través de un seudónimo, el ocultamiento de los verdaderos nombres de los personajes y el cambio de los escenarios geográficos, en un acto de arrojo y valentía, la naciente escritora nos confiesa un hecho autobiográfico trascendental, nos desnuda las peligrosas consecuencias de una estafa económico– emocional y nos convoca a estar atentos ante las eventuales amenazas de la maldad humana. Sin dudas, un verdadero testimonio de lucha y superación.
Kyvi -Yang (Pontevedra,1954), artista floreciente, lectora empedernida, ingeniosa, divertida, valiente y combativa.
Nacida en el seno de una familia humilde, desde pequeña, aprendió a enfrentarse a las adversidades y a fortalecer su espíritu guerrero. Poco después de cumplir los veintiún años, comenzó a trabajar como funcionaria del Estado en su ciudad. Algún tiempo después, guiada por su espíritu aventurero, se trasladó a las islas Canarias con su esposo y sus dos hijos. Tras una década de bonanza en aquel destino, solicitó el traslado laboral y decidió retornar a su tierra natal junto a su familia.
No obstante, tras una desafortunada experiencia personal y profesional de uno de sus hijos, su vida cambió para siempre en el año 2016. Ante su búsqueda desesperada de ayuda, el destino la puso frente a un supuesto vidente que solo le trajo problemas y disgustos. Aunque, como dice el refrán, “No hay mal que por bien no venga”.
Hoy, gracias a aquel gurú de las tinieblas, tenemos en nuestras manos Sucumbiendo al ritual, su primera y resplandeciente obra.
María José Mtz Melón –
Excelente relato.
Define con mucha claridad la situación que vivió la buena mujer en un acto que ella en medio de un importante bajón emocional consideró bendeciria el bienestar de su hijo.
Desde las primeras líneas logra crear una rápida empatia emocional.
La penalización de este tipo de actos miserables debe ser inmediata.
Maria Jose –
Si la fiscalia de Pontevedra le condenó a 2 años de prisión y a devolver el dinero
Como es que sigue estafando, aprovechándose de la credulidad y desesperación de sus clientes
Como es que no se pueda hacer nada al respecto
María Soler Malvar –
Interesante historia.Recomendable 100%, yo no podía parar de leer.
Habrá que cambiar las leyes, es una vergüenza que esos delincuentes gocen de total impunidad
María Soler Malvar –
Interesante historia, recomendable 100%, yo no podía para de leer.
Habrá que cambiar las leyes, es una vergüenza que esos delincuentes gocen de total impunidad
José –
La protagonista pecó de confiada, pero eso no es ningún delito al final fue muy valiente y consiguió su objetivo: la historia se ha difundido.
Carmen –
Experiencia dura la que relata la autora, con valentía nos muestra las circunstancias y el proceso en el que se vio inmersa y que la condujeron a realizar actuaciones que parecen impensable en alguien con sus capacidades. Esto nos pone en alerta de que todos podemos llegar a ser víctimas de estos desalmados cuando afrontamos solos una situación personal difícil. Aplaudo el coraje de esta persona que tras derrumbarse inicialmente, salva su espíritu buscando la manera de resarcirse del golpe sufrido. Excelente terapia para ella y magnífica difusión de unos hechos que no debieran repetirse.